Archivo9 de noviembre de 2025

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6. Una Canica y un botón

6. Una Canica y un botón

Eso es lo que me he encontrado esta mañana buceando.
Ya, diréis que no es para tanto, que cualquier día, en cualquier inmersión o paseo por el mar se encuentra mucha más basura. Y es cierto. Pero precisamente por ser objetos tan pequeños son tremendamente nocivos para la fauna. ¿Por qué? Porque son los que con más facilidad cualquier animal marino puede confundir con comida y ser la causa de su muerte, o de un sufrimiento continuo.
De hecho, la canica la he visto por lo que me pareció un ojo escondido en el fondo, y sólo cuando he movido con la mano por encima para levantar la arena y esperar descubrir algún bichito, me he encontrado la sorpresa.
Qué fácil hubiera sido para un pez más grande pensar como yo que era otro animal escondido y al atacar con rapidez su deseada presa, acabar tragándose una bola de cristal. No es difícil imaginarse el resultado.
Y esa canica, indestructible, pasaría inevitablemente al tracto digestivo de otro pez más grande, ya que en el mar los peces muertos «desaparecen» en segundos (de esto mi amiga Cristina ya sabe mucho).  Y suma y sigue.
Así que, cada vez que veáis algo pequeño «e inofensivo» de basura que pueda acabar en el mar, o en un bosque o donde quiera que pueda haber otro ser vivo, no despreciéis su capacidad destructiva.
Recordad esta canica, o el botón, ya que esto es es extrapolable a cualquier entorno y especie.
Una mínima acción puede tener un gran resultado. Aunque no lo veamos.

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