28. Murphy en las Maldivas (1)

Vale, si, estoy en Maldivas y suena guay, pero hoy me toca explicar la parte menos bonita del trabajo, aunque estés en el mismísimo paraíso.

Hoy ha tocado interrumpir un día que pintaba genial de buceo con mantas, tiburones, águilas raya, tortugas y otras maravillas, por una dura jornada de hospital.

A mi no me ha pasado nada, pero sí a un cliente del grupo que estoy acompañando esta semana.

En el barco. Estaba lloviendo mucho al salir de bucear. Aún sin desayunar, corriendo a destender un bañador para que no se empapara.

Y al bajar… zasca, escalera mojada, resbalón, y como diría el Recio de «La Que Se Avecina» (soy MUY fan de esta serie), ostia terrible…

Pero nada de gracia.

Hombro salido. Muchísimo dolor.

Un tío grandote, sanote, sonriente, de repente blanco como la cubierta y gritando como un niño.

Ningún sanitario a bordo (cosa rara, siempre hay alguno) pero no hace falta serlo para ver que pinta feo.

Follón.

Primera actuación, rapidamente al Centro médico de la isla más cercana. Por suerte estamos cerquita, en menos de una hora ya en tierra como se puede. Genial nuestra tripulación y equipo local, eficientes al máximo.

Examinan, radiografía… se ve fractura… Ops… y ahí ya no se atreven a tocar ni reducir, nos remiten al hospital.

Claro, eso es fácil decirlo.

Pero estábamos en Rasdhoo, un pequeño atolón lejos de Male, la capital de la que os hablaba ayer, a 6 horas de navegación en nuestro barco, y 3 en un «taxi boat».

Decisiones, conversaciones, llamadas…

¿Cómo va a ir el pobre en una barca rápida dando botes, con lluvia, mar movida y un hombro fuera de su sitio, doliendo lo que no está escrito?

Pasemos a formato avioneta. Pero cuando parece la opción, resulta que nos damos cuenta que es imposible, que acabamos de terminar la inmersión, y tienen que pasar 24 h antes de volar «por bajito que vaya»… Descartado.

Más complicaciones, valoraciones, más llamadas y gestiones.

 

Finalmente conseguimos que nos hagan hueco en un barco de un resrot de Lujo, que son grandes y se mueven menos, y cobran un pastizal, claro, pero lo pagará el seguro.

Asi que así llegamos al hospital a las 15 h y desde ahí, la locura de estas situaciones.

 

Eso sí, MENUDO HOSPITAL, privado, por supuesto, y MENUDO SERVICIO, CHAPEAU Y RÁPIDO... ha sido llegar y ya entrar a box, exámenes, atenciones impecables hacia el paciente y los acompañantes, siempre informando, siempre con el enfermo, TAC, RX… en unas instalaciones increíbles (íbamos un poco asustados, todo hay que decirlo).

Lo peor ha sido el resultado.

Ahora mismo el pobre Luis lleva ya 2 horas en un quirófano, porque tiene varias fracturas y le tienen que poner placas y tornillos.

Y lo que le queda.

Su amigo y yo, tras todo el día de jubileo y en el hospital.

Al despedirle con una sonrisa forzada –porque cuesta sonreír en estos casos, pero hay que hacerlo por el que está peor-,  cuando nos cerraron las puertas de quirófano, hemos ido a buscar una habitación de hotel para mi (él dormirá con el enfermo), a cenar algo y descansar hasta que salga.

Y aquí estamos, esperando la llamada, para ir a ver cómo ha ido todo y esperando que pase una noche decente.

Esto también forma parte de mi trabajo, nunca lo quieres, pero sucede.

Esta tarde el grupo ha tenido encuentros increíbles en las inmersiones, hemos visto las fotos en el grupo de whattsap, mientras nosotros estamos en medio de asfalto, el ruido, los tramites feos y el olor a hospital.

Así que ya veis, acabo de mostraros la cara menos agradable de mi trabajo, lo que no suelo enseñar cuando pongo fotos de lugares idílicos, gente feliz pasándolo en grande y comentarios de lo que me gusta lo que hago.

Porque esto, no voy a engañaros, no me gusta tanto, no me gusta nada, pero cuando toca, toca..

Que no, que nada es perfecto en la vida.

Y si no somos capaces de aceptar la «cara B» de las cosas, no podremos jamás disfrutar totalmente de la A.

Esto pasa en todo, y quien quiera pensar que lo de los demás es maravilloso, es porque no ve todo.

Y quien pretenda aparentar que lo suyo es perfecto, es que miente como un bellaco.

Valoremos lo que tenemos, y no nos ceguemos por lo que ignoramos.

 

PD.

👉 SEGUROS DE VIAJE… en momentos así es cuando te das cuenta de lo importantes que son, hacerlos, y que sean buenos. No me canso de insistir, pero todo puede pasar, y racanear cuatro chavos en un seguro cuando te dejas una pasta en un viaje me parece el peor error. Si no quieres pagarte un buen seguro, mi recomendación es que NO VIAJES.

PD 2
👉 La vida son imprevistos. O los tomas, o te toman.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puedes utilizar estas etiquetas HTMl y artributos.

Todo el contenido de esta página es propiedad y opiniones personales de © Hellen Faus. Los contenidos externos están indicados o vinculados a sus sitios web o sus autores. Si ves algo que no debería estar, equivocado o incorrecto, no dudes en hacérmelo saber.

Verified by ExactMetrics