8. ¿Engaño, estupidez o prepotencia? (y 2)
Continúo 💪
Recuerda que ayer te contaba cómo Omar Sheriff se quedó sin su maravillosa casa de César Manrique en Lanzarote al jugársela en una partida de cartas.
Estoy segura que para un personaje de su status perder esa millonada le supuso menos de lo que a mi, hace cosa de un año, me zascó el perder algo que me fue “arrebatado“ en una situación extraña, estrambótica y de la que soy absolutamente (i) responsable. Un impacto material, económico y emocional como un bofetón a mano abierta que me puso la cara del revés.
Y me hago las 3 preguntas formuladas en la historia de la casa Lagomar, que vuelvo a copiar, para que no tengas que vovler al mail de ayer:
1- ¿Engaño?
2- ¿Estupidez?
3- ¿Falta de mimo al cuidar lo propio?
Y las aplico con las respuestas pertinentes. No ahondo, porque no se trata de contarlo todo.
Pero sí va todo a la coctelera, aderezado con los comentarios de mis compañeros de escapada isleña. Porque, ¿sabéis? siempre aportan los comentarios ajenos, aunque ni idea tengan de lo que tu andas rumiando y las visiones que añaden.
Y repienso un poco más sobre algo que no tiene remedio, pero si efecto.
Omar seguramente aprendió una lección.
O no.
Yo desde luego si.
A la tercera ya tocaba. (Por la cuenta que me trae 😅)
De eso va esta vida, al final, ¿no?.
Para aprender, perder, y así, ganar.
Ganar mucho saltando de nivel.
PD.
Una escapada frugal de finde con una enseñanza añadida a mi libreta de vida.
¿Veis lo bueno que resulta salir de nuestro entorno y dejarnos interpelar por lo que quiera que veamos alrededor?
PD2.
Si vais a Lanzarote no dejéis de visitarla. Algunos dicen que es un “pastiche”, pero oye, quizá entre sus paredes excavadas en la roca encontréis inspiración para algo de vuestra vida que os de una nueva luz. Quién sabe.