Comenzando proyecto
Pues nada, que después de muchos meses (algún año, diría yo) pensando en que debería hacerlo y cómo, al final, voy a dar el salto a eso de escribir por mail «newsletters», boletines o simplemente lo que me parezca, que es lo que al final será.
Tipo lo de escribir las cartas de antes de toda la vida que no sabías realmente lo que ibas a contar, pero ahí le dabas al boli (yo mucho) y luego metías esos papeles en un sobre, lo cerrabas con la lengua, con esa misma saliva pegabas el sello que correspondía (suena a guarrete, pero los que no habéis vivido nunca eso, de verdad, que no lo era jeje), y a buscar un buzón donde meterlo y esperar que llegara… que era parte de la aventura, también.
Ahora voy a escribir, pero en cuando le de al botón va a llegar directo al mail.
Que sea abra, lea o no… ya es capítulo aparte. Tecnología manda.
Para el primer envío he rescatado mi lista de contactos personales, doy por hecho que bastantes se darán de baja, que ni lo verán… quizá alguno responda incluso, o retomemos relaciones dilatadas en el tiempo… lo va a recibir gente que me conoce y con la que ha habido contacto y algún tipo de relación en cualquier momento de nuestra vida.
No se, un poco a la aventura, pero ¡¡allá vamos!!
Y si no te ha llegado y te apetece ver qué diantres va a contar la loca de Hellen, pues nada, por algún lugar está el botón de subscribirse, que eso a estas alturas ya sabemos todos como va.