32. Treintayuno más uno
31 dias
31 mails
31 escritos
31 respuestas (bastantes más, pero por no romper la cadena)
31 razones para seguir haciéndolo (¡al menos!)
Un mes de los largos llegando a tu buzón.
Un orgullo y una responsabilidad.
😎 Mi ego engorda al imaginarte esperando las 20:37 con ganas de leer lo que cuento esta vez.
😡 Mi crítico interno se altera cada vez que doy al botón “enviar” soltandome un abanico de calificativos, a veces demasiado duros, otros muy certeros.
🥳 Mi niña interior disfruta con el lápiz y el papel tan contenta; se siente acogida, valorada y divertida, queriendo escribir más y más, sin filtro, sin freno, sin parar.
Y Hellen, en medio de las patas de nuestra personalidad, equilibrando a unos y otros, tratando de ser objetiva, escuchando cada parte sin dejarse llevar por sus extremos, valorando lo que aporta cada una, descartando lo que no sirve, y así, como en todo, tratando de hacerlo mejor.
¿No es esta la línea de fuerzas opuestas que nos tiene que mantener equilibrados día a día?
En este periodo ha habido un vaivén de altas y bajas, pero la lista de los receptores va en aumento. No entiendo mucho de las siglas que pone la plataforma sobre los envíos, pero me dicen que no son malas, que hay tasas altas de lectura.
Y, en verdad, me importa poco lo que digan unas estadísticas. Mucha más referencia y de valor es para mi lo que recibo directamente como comentarios; desde quien dice haberse acostumbrado a desayunar leyéndome; o quien se ríe de mis pavadas, le parece estar donde estoy; a quien le hace reflexionar, le ha servido para algo, asevera un comentario o me cuenta su situación.
Me gusta escribir, pero sí, también me gusta leeros.
Así que, ese el objetivo.
Gracias.
Muchas, muchas gracias.
PD.
👉 Me tranquiliza mucho que haya habido «bajas» y des-subscritos, lo que indica que quien sigue es porque quiere, sin compromisos ni complicaciones.
Qué bueno es tener capacidad de elegir.
Nunca estar donde uno no quiere.
Poder decir NO.
No aguantar lo que no nos apetece.
De nadie.
PD 2
3️⃣1️⃣ Patiné al numerar los mails, convencida que éste era el 31, pero ¡ops! es el 32. Equivocarse es de sabios y a listilla no me gana nadie, de ahí el 31+1, que oye, ha quedado hasta artístico 😅.