Hellen y KokeBienvenid@s a mi espacio

Un lugar para relajarse, leer, expresarse y dejarse llevar.

No esperes mucho. No busques nada. Si te gusta, quédate. Si no, gracias por venir.

1
¿HAMBRE? Esto es mucho más chungo… :,(
2
Agustín Faus, al descubierto
3
Mi primer «Solo Sailing»
4
Un supermercado velero, una zona a evitar y mejillones que dan palmas
5
¿Y por qué no?
6
La luna llena sobre el Kivuca
7
Estrenando al Kivuca. Capítulo 4. Porque no hay dos sin tres

¿HAMBRE? Esto es mucho más chungo… :,(

Hoy también he comido fuera, rápido y barato… sin embargo la cuenta ha sido más del doble de lo pensado, pero esta vez no era cuestión del lugar en sí.

Os cuento, porque me he quedado algo tocada…

 

Estamos tan felices con nuestro cubilete de pollo frito «campero» y las patatas fritas (toma colesterol), cuando se pone al lado un chaval rubio pero con unas pintas infames, una cara de colgado que a saber qué se ha metido y tan mugriento que el rubio había que adivinarlo… 

No dice nada, pero mira, y eso incomoda.

La primera reacción, ya sabéis: mano a los bolsillos, móviles guardados, bolsos protegidos, mirada rápida para que no quede nada «fácil» de llevarse y salir corriendo…

Sigue ahí, sin decir mucho; su colega, mismas pintas pero en tipo morito, detrás.

Ya sabéis, te sientes un poco tenso con estas cosas. Dicen un «señoras…» pero nada más, en voz bajita. Intentamos ignorarles, pero no es fácil. Yo digo, no voy a darles nada, y nos extraña que no haya nadie para sacarles.

Siguen ahí… y esto que va Saby de pronto, y les dice ¿queréis un poco?  y les da un cacho de pollo, el más gordo. Lo pillan con ganas, lo comparten y se lo comen. Les damos una bolsa de patatas… lo mismo.

Nos miramos y comentamos. No están pidiendo dinero, de hecho, no están pidiendo nada… pero parece que hambre sí tienen.

 

Una cosa es una cosa, y otra es HAMBRE… y por ahí no pasamos, no??

 

Me levanto y les digo, ¿queréis comer?? ¡Si! me dicen. Pues ale, venid conmigo a pedir algo. Me dicen de camino ¿un bocadillo para los dos?. Intento hablar con ellos algo, pero no dicen mucho… el rubio es que no puede ni hablar, se le debe atorar la lengua… El otro sonríe.

Saben lo que quieren, lo tienen claro, el bocata piticlin que está «riquísimo» me dicen con ojos brillantes. Vale, pues ponga 2 de esos, por favor… ¿Bocadillo sólo o menú completo? me pregunta el que atiende… Les miro, ¿menú completo, con bebida y patatas?? Me dicen que si con una sonrisa… ¡Qué voy a hacer! Pues 2 menús, claro… «Las patatas bravas» piden por favor. Ya os digo que saben lo que quieren, el más caro, por cierto, serán j*** 😉

 

Pago y les dejo mientras se lo preparan. «Gracias, señora, gracias, gracias» De nada chicos, que aproveche… ¡¡….Señora, grrrrr!! si es que ya no paso por joven, mecachis-en-diez pienso mientras vuelvo con el corazón entre encogido por la situación y agradecido de sentirme «buena».

 

Se nos sientan detrás, donde estaban antes, y comen con verdaderas ganas. Tienen otros 3 colegas fuera, más críos, que andaban merodeando, entran también, y todos le dan a los menús… había un señor ya mayor, unos 50 en una esquina del local, también de los que se nota que viven en la calle, que no había alentado, se acerca a ellos, y… todos comen de la misma bandeja.

 

Terminan, y se van, volviendo a decir, «gracias, señoras, gracias, gracias». Al salir, ya en la calle, nos los encontramos de nuevo, vuelven a sonreirnos y decir «gracias»….

Nos llenamos de agradecimiento, sí, pero también de cierta angustia… HAMBRE…. Eso suena mucho más duro, no???

 

Quizás están en la puerta de este Pans & Company porque les guste más que un bar de barrio, o Cáritas, o incluso que la comida de su casa (esto lo dudo mucho, la verdad, aunque preferiría pensar que me han engañado que la verdad…); está claro que lo conocen bien y saben lo que les gusta, si cae, pues mejor. Quizá saquen mucho más cada día con gente así, porque dar dinero nos cuesta, pero pagar comida, pues nos sale sin pensar, quizá… tantas cosas.

Pero también sé que comían con hambre y estaban agradecidos.

Que no se veían chavales que se hubieran escapado del instituto, sino chicos de la calle.

Que el rubio estaba colgadísimo a saber de qué, y tan solo después del bocata ya tenía mejor cara.

 

Y que estas cosas te tocan dentro…

Creo que estamos mal, muy mal…

Siempre he visto «pobres», desde que soy niña, pero no «estos pobres»… 🙁

 

Nota publicada en mi Facebook el 7 de marzo de 2013

Entrevista de Joaquín Carbonell a mi padre… Me ha encantado conocer a este cantautor aragonés y periodista tan emblemático en Aragón y poder hablar con él de mi padre.

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/agustin-faus-en-montana-no-hay-gritos-hay-soledad-y-descanso-_823828.html?fb_action_ids=4235514534259&fb_action_types=og.likes

Mi primer «Solo Sailing»

Estoy feliz, y orgullosa y satisfecha, y encantada de haberme conocido, jajajajaja .. me doy palmaditas en la espalda y digo «buena chica»

Pues eso, que hoy he vivido mi primera experiencia del navegación en solitario y estoy que me salgo!!!

Amanece un día bonito, las pocas nubes iban desapareciendo y se veía que iba a quedar claro al menos unas cuantas horas; viento poco, temperatura súper agradable… ¡¡habrá que aprovechar!! Pero resulta que ayer algo raro comimos y mi timonel no estaba en su mejor momento, vómitos, diarreas, malestar general… ¡como para pensar en navegar!

Pues… ¡¡¡Me voy sola!!!
Que sí, que sí, que si y que sí!!!!

Buena soy yo cuando me decido a algo, además parece que lo iba barruntando, antesdeayer que hizo un día como este pensé… pues así me atrevería a ir sola… ¡Y me lo han puesto a huevo hoy para realizarlo!

Leer más

Un supermercado velero, una zona a evitar y mejillones que dan palmas

Hace ya casi una semana… pero hay días que no se olvidan!
Quién me iba a decir a mi que tan solo en una tarde/noche iba a descubrir tantas cosas impensables. Y es que entrar el mundo de la náutica es como volver a ser un niño de 2 años, cada segundo descubres cosas nuevas, mira tú…
Que cada barco es un mundo, está claro, y que cada «barquero» más, clarinetísimo

El famoso Metis llegó a Alcanar, con Ivan «Todovespa» y  Jiauka (al menos para mí, mira que sabe este chicoooo!!!).
Comimos, bien, como no puede ser de otra forma, y aunque tenía trabajo a rabiar surgió otro «Y por qué no?»
Total que a casa, a volar para acabar lo urgente y a última hora de la tarde, embarcar un ratito en un barco totalmente diferente a todo lo que había pisado antes… ¡¡y mira que he pisado barcos raros, jajaja!!

Leer más

¿Y por qué no?

Son las 13:45, se avecina otro mediodía largo, apurando el trabajo, con llamadas y trabajo pendiente… Otro día más de verano, de los que empiezas a las 9, terminas pasada la media noche con media horita para comer… No me quejo, es una suerte trabajar, pero si me agobio a ratos…

El mar está cerca, pero, poco tiempo hay para disfrutarlo, aunque lo veo y oigo por la ventana, lo que quiero es «mojarme», y teniéndolo tan cerca, no puedo…

Encima, esta pasada semana casi todos los días ha hecho un viente demasiado fuerte para nuestra novateria, y entre unas cosas y otras llevamos una semana sin navegar.

Ufffff… una mirada cómplice y… «Oye, y si nos vamos ahora mismo al barco, salimos un ratito, comemos cualquier cosa navegando y ya volvemos y seguimos????

¿Y por qué no???

Leer más

La luna llena sobre el Kivuca

1. EL HOMBRE PROPONE…

El jueves recibo una llamada muy agradable, con una proposición totalmente deshonesta, de Luis, un artista de la vela que nos está enseñando muchísimo a navegar!

– Pregunta a tu tripu si os apetece salir mañana por la noche, que hay luna llena y estará bien bonito…
– ¡¡Claro, eso no se pregunta, por supuesto que salimos!!

Asi que ayer, viernes santo, planeamos una salidita nocturna con el Kivuca, la primera desde que está conmigo…

Leer más

Estrenando al Kivuca. Capítulo 4. Porque no hay dos sin tres

Amanecía otro día en Alcanar.

La idea de quedarnos para hacer los papeles del barco se tuvo que cancelar porque falta una cosa por llegar. Tampoco pudimos encontrarnos con otro amigo de aquí que tiene barco, asi que las tres marías nos fuimos al barco a «marujearlo» un poco. Que si organizar esto, que si sacar todo de los enoooormes tambuchos y ordenarlos, que si tomar medidas, que si poner más defensas, que si tirar lo que no vale, que si probar todo lo que quedaba por toquitear, que si qué ponemos aquí, que si sacar las fundas para que la madre de Teresa nos haga unas sábanas a medida, que si…. ¡ostras, si ya son las 14’30!!

¿¿Oye, y por qué no comemos aquí???

Pues claro…. Ale, ¡A sacar la mesa!
Si, si, que también tenemos una mesita estupenda para la bañera… super mona, oiga! Saby se fue a casa a buscar los restos del fin de semana mientras terminábamos de hacer hueco, y allí que estrenamos ese comedor privilegiado que nos habíamos montado.

Por favor, qué maravilla, ¡¡¡ahora ya sé por qué la gente está tan enamorada de sus barcos!!!
Con ese solecito tan rico, solas en el puerto (un lunes a las 2 de la tarde, ya os podéis imaginar), disfrutando de otra vertiente de Kivuca, tan acogedor y práctico… ¡ya se donde vamos a pasar horas y horas este año !

Recogemos todo, nos miramos y… ¡venga, valientes, ¿vamos a por ello?!
No sopla ni una gota de viento, el mar está como un plato, tenemos todo reciente y fresco de ayer… ¿no vamos a ser capaces de sacar este barquito, dar una vuelta y volver? 

Leer más

Todo el contenido de esta página es propiedad y opiniones personales de © Hellen Faus. Los contenidos externos están indicados o vinculados a sus sitios web o sus autores. Si ves algo que no debería estar, equivocado o incorrecto, no dudes en hacérmelo saber.

Verified by ExactMetrics