Divagando, que es gerundio

(Este es el típico post en que vas a escribir de una cosa y terminas por los cerros de úbeda…)

Hace unos meses hablé de un ordenador de buceo que me había llamado la atención (aquí el post), y la misma gente sigue en la linea de innovación y ha lanzado nada menos que toda una RED SOCIAL para amantes del Azul que tiene muy buena pinta, en la que he participado como Beta Tester antes de su lanzamiento, por lo que puedo asegurar que es bastante interesante… Me encanta la gente que innova, y por eso también en esta ocasión he publicado un artículo en el blog de la agencia, – Os dejo el link por si alguien quiere leerlo-, pero aquí voy a ir un más lejos de lo puramente tecnológico, y me voy a adentrar en el terreno «filosófico» divagando sobre la reflexión a la que me llevan este tipo de actitudes: la capacidad de innovación, las ganas de hacer cosas nuevas, el estar atento a los mercados, a los usuarios o al entorno en general y el ser capaz de romper con lo que «siempre se ha hecho así»…

Se puede ser diferente

Pues sí. Es algo que siempre he creído y que no voy a dejar de creer. Y lo que es más, no solo se puede, sino que además, SE DEBE ¿No os parece?

Ser diferente no es malo. Ser diferente es una cualidad, bajo mi punto de vista. Quizá porque me considero distinta, y porque desde bien pequeña siempre he luchado por salirme «de la media» veo en la diferencia algo enriquecedor. No siempre resulta fácil, claro, ni siempre es agradable, pero quizá sea parte del ser de uno, y contra natura no se puede luchar.

Pero, ¿quién no es diferente? Si realmente cada uno somos un mundo y tenemos nuestras cosas, ¿en qué radica eso de «todos son iguales» «no quiero ser como los demás» o el «lucha por ser distinto«?

Marcar la diferencia, ya sea en el terreno personal, en los negocios, en las relaciones personales o en cualquier aspecto de la vida, es lo que determina en gran medida cómo van a ser las cosas. Efectivamente, cada personas tenemos nuestras peculiaridades (las «cadaunadas» que decía aquel), pero dentro de eso, el seguir un mismo molde o desviarse por otros caminos, es lo que puede cambiar esa sensación de homogeneidad o de «masa».

Y curiosamente, al menos en España, parece que se nos educa más en el «ser como todos» que en el distanciarse de la «normalidad». Los niños que ya desde pequeños apuntan maneras suelen ser catalogados como «raros» (aquí tenéis a una que fue bastante rarita en su día ;)); los jóvenes que se desmarcan suelen acabar saliendo del país o haciendo cosas atípicas, y los adultos… los adultos son los que, o bien serán admirados, seguidos y obvacionados, o por el contrario, separados, apartados y ninguneados.

Así de tontos somos en esta sociedad.

 

Se pueden hacer cosas nuevas

En lo que toca al mundo empresarial y de los negocios, puede parecer que en nuestro mundo todo está inventado, y de hecho, a los que nos gusta inventar, muchas veces nos frustramos con que lo que creíamos una genialidad nuestra, ya existe (¿verdad Javi? ¡Cuántas veces nos ha pasado a gente como nosotros lo que a ti hace unos días!!).

Pero aún así no hay que preocuparse, porque como me dijo alguien hace mucho ante un cabreo que me pillé por ver realizada una idea que había tenido antes » quien tiene imaginación, la va a seguir teniendo siempre. No dejarás de tener ideas, así que tranquila, algunas no llevan a ninguna parte, pero otras ya ves que si».

Resulta evidente que hay sitio para la novedad y se manifiesta en que una y otra vez nos sorprendemos con tanto juego que da la mente humana.

Hoy me lleva a este pensamiento precisamente una aportación de una empresa nueva el el mundo del buceo, que ha sabido dar forma a una nueva manera de hacer las cosas, muy diferente a las grandes marcas que dominan este sector, y que está dando pasos agigantados. Está claro que DEEPBLU cuenta con un backup tecnológico y financiero muy fuerte, porque es tremenda la inversión que están haciendo, tanto en los dispositivos físicos como en lo informático como en el marketing y la publicidad, pero sin unas cabezas pensantes antes, sin alguien que ha puesto en marcha una idea, sin unas líneas maestras para definir un proyecto… ahora no habría nada de eso.

Eso pasó en su día con www.ViajarSolo.com, que fue una novedad, algo que aquí todavía no se hacía. Pero vas, apuestas, le pones ganas, y ¡voilá!

Lo mismo ocurre con lo personal.

 

Las personas cambiamos

Las personas cambiamos, inevitablemente. Estamos en continuo movimiento, y el que diga lo contrario, o está ciego, o miente (o se ha convertido en una bota de las de la foto).

Hoy no nos gusta lo que ayer nos hacía vibrar, y en cambio nos apasiona lo que entonces nos era indiferente.

Cambiamos las relaciones (¿cuantos «amigos» entran y salen de nuestras vidas, con la misma intensidad con la que han pasado por ella?), cambiamos las preferencias, cambiamos cada día que pasa más cosas de las que nos imaginamos.

Y con cada cambio nos hacemos cada vez más nosotros, más distintos, más únicos, más diferentes. Algunos le llaman edad, otros madurez… A mi me gusta más lo del cambio.

Renovarnos a nosotros mismos supone distanciarnos de las masas, de lo que nos quieren hacer creer, de donde nos llevan dirigidos y encaminados. ¿No os pasa que cada vez os importa menos lo que digan de fuera, lo que piensen otros, lo que nos venden por la tele, lo que leemos en los periódicos?

Innovamos en nuestra vida diaria cuando somos capaces de decidir algo que puede quedar fuera de la lógica, pero está dentro de tus convicciones, cuando vas a contracorriente, cuando te dejas llevar más por valores que por costumbres.

 

En fin… que veo que se me ha ido la olla totalmente… Todo esto ha surgido por un comentario sobre una web para buceadores y he teminado divagando sobre el sexo de los ángeles. Así soy, y así seré esto creo que no va a cambiar nunca jajajaja.

 

 

 

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